En julio nos enterábamos de que el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias incluirá 153 bienes de interés nuevos, todos situados en el concejo de Llanes. Uno de ellos será la iglesia de San Antolín de Bedón. Esta noticia sirvió para recordar nuestra movilización. (Para leer la noticia completa en El Comercio, pincha aquí).
En el mismo mes, el nuevo Consejero de Cultura y Deporte, Emilio Marcos Vallaure, fijaba como uno de sus objetivos la defensa del Prerrománico y reconocía el mal estado en el que se encuentra (lee la noticia en La Nueva España). Precisamente por ese mal estado, Andrés Martínez Vega, autor del libro Monasterios medievales en Asturias, señaló que San Antolín "es la joya arquitectónica del oriente de Asturias y es el caso de la comarca que más urge solucionar por su deterioro" y también hizo referencia a nuestro grupo: "los apoyo, es un grupo crítico, con conciencia social e interés cultural. Varios sitios deberían seguir el ejemplo. Son una esperanza y reclaman algo tan sensato como poner el edificio a salvo de la destrucción. Es una pena que esta plataforma no existiese antes" (Entrevista publicada el 20 de agosto en La Nueva España).
Esa plataforma que nombraba Martínez Vega se ha convertido en los "indignados" de la zona. Por eso no dejéis de leer la opinión de R. Díaz al respecto en el periódico antes citado: "Todos indignados".
Fue en agosto cuando la TPA se puso en contacto con nosotros para hacernos una entrevista en la zona del monasterio con el fin de mostrar a Asturias entera el motivo de nuestro enfado. Y allí fuimos y allí fue también el periódico, en el que se publicó la noticia "Naves defiende su patrimonio".
Ese día, al poder abrir las puertas de la iglesia de par en par con el fin de que entrara suficiente luz para poder grabar en su interior, pudimos ver que el destrozo es mucho peor de lo que nos imaginábamos. Además de las heces de caballo y las múltiples pintadas, había restos de varias hogueras, basura por todos lados e, incluso, una toalla abandonada en un rincón. Subiré alguna foto para que seáis testigos de ello. De momento podéis ver las que se publicaron en El Comercio en "Patrimonio en ruinas".
Esta situación aumentó nuestro enfado y La Nueva España quiso reflejarlo en sus hojas el 30 de agosto: "El abandono del monasterio de San Antolín de Bedón enfada a los veraneantes".
A raíz de todo esto, fue publicada una noticia en la que se anunciaba que el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, anunció que se investigará la titularidad de la Iglesia y que se restaurará y se controlarán los accesos a ella: "el Gobierno de España no va a estar al margen". Así nos lo contaron en La Nueva España y en El Comercio. Yo, personalmente, no me creo nada hasta que no vea hechos que pongan fin a esta locura. Prometer es muy bonito y más si hay unas elecciones a la vuelta de la esquina. En Crónicas del Oriente de Asturias también se opina sobre el tema y también lo hace R. Díaz en Orientalia.
Resulta curioso que se diga que el Estado no se va a quedar al margen cuando hace unos meses escribí al Ministerio de Medio Ambiente interesándome por la expropiación de estos terrenos que en 2007 anunció el director general de Costas de ese entonces (léelo aquí). Esta expropiación se iba a llevar a cabo con el objetivo de conservar el valor paisajístico, cultural y medioambiental de la zona. Por supuesto, esa promesa, que sería una de las posibles soluciones a esta situación, nunca se llevó a cabo. Pues bien, en la contestación a esa carta se me informó de que "las propuestas existentes y las que se propongan habrán de ser evaluadas a la luz de la situación económica actual" (Así se recogió en la prensa).
La última buena noticia ha sido la entrada justo anterior: las mil firmas que ya hemos recogido y que esperamos que acaben siendo muchas más. Y respecto al blog, el día once de este mes se publicó en El Comercio una de sus primeras entradas titulada "El comienzo". Si quieres leerla en el blog, podrás hacerlo desde aquí.
Muchas gracias a todos por vuestra colaboración. Esperemos poder escribir pronto sobre el fin de esta vergonzosa situación.